Para ellos era esperanzador también verse rodeados de militantes que organizaban
el Congreso de los Trabajadores Argentinos, primer paso en la construcción de la CTA.
Al año se presentaba en el Congreso de la Nación un millón
de firmas contra la privatización del sistema de seguridad social,
exigiendo la realización de una consulta popular.
Han pasado veinte años de luchas diarias, más de mil miércoles frente al Congreso
de la Nación donde la Mesa Coordinadora de Jubilados alzara la bandera de la dignidad
de los trabajadores, peleando por sus derechos.
Cuando definitivamente se recuperan los fondos de las AFJP para ser
retornados al ANSES y, así administrados para beneficio de sus
interesados, (jubilados y pensionados),todos festejamos y saludamos
esa decisión soberana, (porque nos imaginábamos que se terminaba la
apropiación de los recursos previsionales), donde con el dinero de los
trabajadores se construyera la base de un fondo para alimentar el
mercado de capitales un absurdo, solo imaginable en las condiciones del
capitalismo popular promovido en los 90, durante el delirio
menemista.
Al estatizarse las AFJP en plena crisis mundial, con caída de bancos, de la Bolsa y fuga
de capitales, ni los bancos propietarios de las AFJP protestaron esta estatización.
Pero si se verificó una demanda de las empresas y del conjunto del
estado para usar esos fondos provisionales. La mejor prueba del uso de
esos fondos es que sirvieron en plena crisis mundial para asistir
financieramente a la General Motors.
Todos los gobiernos buscaron utilizar los fondos previsionales, cada uno con sus
argumentos siempre apoyándose en los consensos obtenidos
por el voto popular.
El martes 12 de junio se anuncio Plan de Crédito Hipotecario por
veinte mil millones de pesos a financiar por la ANSES, cuyos
destinatarios son personas de dieciocho a sesenta y cinco años. La
ANSES, excluye a los jubilados de un beneficio habitacional que también
sufren, porque es obvio que los jubilados superan los 65 años.
Se ha generado una gran expectativa, son miles los que piden un turno en el
banco Hipotecario o que irán a sorteo por 200.000 mil o 350.000
mil pesos, con tasa de interés del 2 al 15 %, lo que supone un beneficio extra ante
una inflación del orden del 25 %. ¿Quien financiara este
subsidio? ¿Acaso el mismo fondo de ANSES?
Está claro que se posterga nuevamente la solución a los jubilados,
donde el 73 % de seis millones de jubilados nacionales perciben la
mínima, que todos sabemos, no alcanza a satisfacer la necesidad de
nuestros mayores.
Compartir los recursos de la ANSES en diversos programas sociales
distorsiona el régimen previsional considerándolo un recurso fiscal más.
Los recursos provisionales son de los trabajadores, generados con
aportes propios y de las patronales para asegurar un ingreso previsional
suficiente para una calidad de vida adecuada, que se estima en el 82
por ciento del ingreso de los activos. Los trabajadores pasivos
resignaron ingresos por 20 años para beneficiar las ganancias y la
acumulación capitalista, que se expresa en el bajo ingreso de los
trabajadores activos, más de un tercio es informal según (el INDEC) los aportes
fueron reducidos en tiempo de Menem-Cavallo y nunca
restituidos.
Los jubilados y los trabajadores en actividad somos estafados recurrentemente.
Los recursos previsionales son de los trabajadores y nosostros debemos gestionarlos.
¿Eso supone eliminar el plan de creditos para resolver el déficit
habitacional? De ningún modo. Lo que decimos es que deben asignarse
recurso fiscales especiales y no acudir a una nueva expropiación de los
recursos previsionales de los trabajadores.
Nuestra propuesta para asegurar el 82 % móvil a los jubilados,
sostenida sobre la base de la mejora de los ingresos populares supone
desafiar el modelo productivo y de desarrollo capitalista en curso.
La propia Presidenta recientemente le expresaba a empresarios
estadounidenses que hay que estimular la economía, lo que supone
políticas activas, por ejemplo, en la construcción, es por eso que el
gobierno nacional acordó con grandes empresas transnacionales la
recuperación del sector de la construcción, lo que supondrá jugosas
ganancias para esos operadores que hasta ahora se sostuvieron en la
especulación y en la inversión para la renta financiera e inmobiliaria.
Necesitamos otro modelo productivo y de desarrollo, lo que requiere
mayor unidad de los que luchan y, mayor organización popular para
desafiar el consenso de lo posible y construir otra economía para otra
sociedad que soñaron y por la que lucharon y dieron la vida, los que
hace mas de veinte años, todos los miércoles, se concentran frente al
Congreso de la Nación.