El Presidente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado del Uruguay (COFE) y secretario general de la CLATE, Martín Pereira, expresa en esta nota su apoyo a lucha por la legalización del aborto en la Argentina.
Por Martín Pereira*
Por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Por el acceso a la información, a la educación, por el derecho a elegir.
Porque las niñas no deberían ser madres. Porque ninguna mujer debería ser obligada a gestar, ni a parir. Porque nadie más puede morir intentando abortar, hoy nuevamente se debate en Argentina sobre el Derecho a decidir de las personas con capacidad de gestar. Hoy se abre la oportunidad de cambiar la historia una vez más. Saludamos la valentía y honestidad del presidente Alberto Fernández que se comprometió con “las pibas” e impulsó esa iniciativa impulsada al año de su asunción.
Votando en contra no salvan ni va a salvar ninguna vida, los cuerpos gestantes abortan en la clandestinidad. Algunas con el privilegio de abortar en una clínica privada y otras sufren las consecuencias de abortos mal realizados o mueren por malas prácticas.
Existe gente que cínicamente dicen defender la vida y condenan moral y penalmente el aborto, despiden a la mujer embarazada de los trabajos, expulsan a las adolescentes de los centros de estudio, discriminan a las madres solteras. Algunas instituciones condenan el aborto muy duramente y se ha comprobado el abuso de menores por parte de sus representantes, sus autoridades callan y barren debajo de la alfombra.
No es condenar a la institución que en distintas oportunidades ha colaborado con el Movimiento Sindical a lo largo de la historia, sino a la falta de condena ante estos hechos, por eso acompañamos a las cientas de compañeras que están realizando la vigilia por la legalización del aborto hacia una nueva conquista de derechos en ese país hermano.
Nunca nos fuimos, seguimos acá, resistiendo por las compañeras que la clandestinidad se llevó y por las tantas que sufrieron la condena social por decidir sobre sus propios cuerpos. La vulnerabilidad social, la falta de educación sexual para poder elegir libremente, una efectiva distribución de anticonceptivos gratuitos, de buena calidad, hace que muchas mujeres y sobre todo las de contextos más vulnerables, tengan que ir a abortar a clínicas clandestinas donde no existen condiciones higiénicas y ni de seguridad adecuadas para realizar procedimientos quirúrgicos, terminando luego en las puertas de las policlínicas y hospitales con infecciones y sangrados que muchas veces conducen en la muerte.
Sólo educando podremos tener una sociedad más justa donde no existan discriminaciones de ningún tipo. No se le puede dar la espalda a la militancia acumulada de miles de compañeras y compañeros, al pueblo en general.
No hay discusión moral que le quepa a la realidad: el aborto es legal o es clandestino.
Aborto legal, seguro y gratuito.
Será Ley.